miércoles, 17 de noviembre de 2010

Retos educativos de la ciencia y la invitación de Carl Sagan a conocerla.


 

José Armando de Jesús Govea

 

Leyendo el texto "El mundo y sus demonios" de Carl Sagan, recordé algunas experiencias anecdóticas de mi práctica profesional, una en especial  alude a la aplicación y justificación de la ciencia en la escuela, elemento indispensable para que la educación mexicana, plasmada en su carta magna cumpla su misión, y es la siguiente:  

 

Por el mes de junio de 2002 cuando las lluvias empiezan a tomar fuerza, estabamos cerca de concluir el ciclo escolar, en el grupo de primer grado en la Escuela Primaria Federal Bilingüe "Lázaro Cárdenas" de la comunidad p'urhepecha de Angahuan, Mich., iniciada la clase comentabamos la experiencia del día anterior en que había ocurrido una gran tormenta. Recuerdo a los niños explicando cuanto había llovido, los rayos y los desastres que habían ocurrido por causa del ventarrón, algunos manifestaban haberse mojado en el campo y otros solo lo habían visto.

 

Aprovechando los hechos, a cada elemento trataba de dar una explicación, pero uno de los niños me hizo vacilar, José Guadalupe en concreto, cuando hizo la siguiente aseveración "verdad maestro que nuestra señora Santa Barbara manda los rayos", recuerdo que no supe que responder y solo contesté con otra pregunta ¿Quién te lo dijo?, escuche como respuesta, mi madre. No supe que responder por dos cuestiones, si decía que esa afirmación era cierta, estaría dejando una idea errada en los niños, pues esta propuesta contradice el Art. 3º. Constitucional, según recuerdo como mi argumento (que no fue la ciencia en si misma), si por el contrario decía que no era cierto, estaría diciendo que la madre de este niño estaba equivocada, algo que entendía el niño no podría comprender, así que me limité a decirle, después lo aclararemos y no recuerdo volverlo a considerar, por lo que aun siento una deuda con este ahora jovencito que tal vez nunca vuelva a ver.    

 

Ello viene a colación por que el texto antes mencionado en su primer capitulo, relata la historia de un científico y un chofer que se conocen y el chofer, inteligente y curioso le platica sobre extraterrestres o asuntos místicos que no existieron jamás, pensando que habla de ciencia, lo hace con mucho entusiasmo pues ha dedicado mucho tiempo a investigar sus temas de interés. Según narra el libro, este investigador de lo sobrenatural nunca aprendió a distinguir la ciencia de lo que no lo es, pues le faltó desarrollar habilidades para reconocer lo escéptico, pues la ciencia y la pseudociencia ambas generan sensación de prodigio, pero las explicaciones que no alcanza a concretar la primera, son aprovechadas por la segunda que se le adelanta.

El mismo autor meciona que cerca del 95% de la población en E. U. A. desconoce las virtudes de la ciencia y son presa fácil de la pseudociencia, también que Platón definía al analfabeta científico como aquel sujeto que no es capaz de desarrollar habilidades de cálculo y medición y ya hablaba de la existencia de estrategias para que los niños aprendieran jugando. Reconoce que hay elementos básicos que el ciudadano debe conocer e importarle, como el calentamiento global, la capa de ozono, la contaminación del aire, la lluvia ácida, la deforestación y la demografía, pues son temas que le permiten al sujeto tomar decisiones políticas y personales.

 

En su alusión, Sagan recuerda a Hipócrates que criticaba al hombre por que creía que la epilepsia era algo divino ya que en su época no se podía entender, y reconocía que si esa característica se aplicara a todo lo que no se puede entender habría múltiples cosas divinas,  éste último introdujo el método científico en el diagnóstico de los pacientes, exhortando a sus aprendices a la observación atenta y meticulosa. Reconoce la afección que causó la edad oscura por diez siglos en Europa, mientras la medicina florecía en el mundo islámico, el producto en el primer caso fue la existencia de gente servil y maestros dogmáticos.

 

Recuerda que gracias a los descubrimientos y aportes de la ciencia y la tecnología, la tasa de mortalidad infantil en el mundo ha disminuido, aumentándose la calidad y las condiciones de vida, pero también se puede arruinar la vida y el clima en el planeta por su uso indiscriminado, ello también hace que la gente desconfíe de la ciencia. Se ha confundido el mundo con la imagen del científico loco, pero ha cedido el poder políticos corruptos que tienen en sus manos a la tecnología, por su parte los avances en comunicación y transporte han unificado al mundo, pero por otro lado Nietzsche lamenta la pérdida de la creencia del hombre en su dignidad e insustituibilidad en la existencia.

 

El no tener esencia divina y no ser más que una disposición compleja de átomos, de reconocer que nuestro planeta sea uno más de los innumerables que existen en el universo y que nuestros ancestros también lo sean de los monos, nos ata a la ciencia, pero entre su realidad y la necesidad del ser humano de creer se interponen la pseudociencia y la superstición proporcionando respuestas fáciles. La pseudociencia es más fácil de inventar que la ciencia, proporciona fantasías y anhelos, evita confrontaciones, su argumentación pasa por pruebas relajadas, se presenta fácilmente ante el público, la gente prueba distintos sistemas para ver si le sirven, a veces es algo intermedio entre la antigua religión y la ciencia.

Menciona que casi todo el mundo cree en la astrología y la adivinación, que aun hoy se queman brujas en Sudáfrica y que cada vez que se renuncia a los controles civiles y a la educación científica, se produce otro pequeño tirón de la pseudociencia, así junto al siglo XX convive el siglo XIII. En Rusia se combatieron la pseudociencia y la religión con el comunismo, pero se generó una religión ideológica estatal que prohibía el pensamiento crítico y una vez caído el sistema comunista, se desconfió en la ciencia y la pseudociencia, retomo un poder impresionante, disminuyendo notoriamente el estilo de vida, lo mismo ocurrió en China.

 

Existe una posibilidad que tanto religión y ciencia forjen una relación contra la pseudociencia, pero existe también una arrogancia e intolerancia religiosa muy marcada. La ciencia comete errores y aprende de ellos, la pseudociencia genera hipótesis invulnerables a todo experimento y se opone al escrutinio o alega conspiración para mantenerse vigente, la sabiduría radica en comprender nuestras limitaciones, la ciencia comprende las imperfecciones humanas, pero ha asignado mayor importancia al método que los descubrimientos de la ciencia. 

 

Hasta aquí un extracto de la propuesta de Sagán, pero entonces nos cuestionamos, si la ciencia comete errores y aprende de ellos, ¿Por qué un niño es valorado con una calificación baja cuando en su cuaderno muestra borrones producto de su proceso de aprendizaje? ¿Por qué el niño en edad preescolar con habilidades e interés por aprender a leer y escribir tiene que esperar a llegar a la educación primaria para hacerlo, por que de lo contrario se aburrirá o será un problema para el maestro? ¿Por qué la educación se aleja cada vez más de la ciencia y hace enfasis en lo instrumental de la lengua y las matemáticas? ¿Si el costo económico de un libro de ciencia y de pseudociencia es el mismo, por que agregarle un valor tan alto al de ciencia que limita su adquisición a ciertos sectores y como consecuencia paga un interes más alto a largo plazo? ¿Existe un compromiso social real de los medios de comunicación? sin lugar a dudas hay mucho más que analizar al respecto, pero lo haremos en una siguiente entrega. 

 

Bibliografía:

SAGAN Carl, "EL MUNDO Y SUS DEMONIOS" LA CIENCIA COMO UNA LUZ EN LA OSCURIDAD 5ª.Edición, Primera Reimpresión, Editorial Planeta, México 2010, pp.493










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